La eyaculación precoz es uno de los contratiempos sexuales más frecuentes en los hombres, de hecho, según los últimos estudios afecta a cerca del 30% de la población masculina.
Este problema consiste en un trastorno de la fase del orgasmo del ciclo de respuesta sexual en el varón. En éste no existe dificultad para conseguir erecciones firmes, el problema es la eyaculación temprana.
No obstante, este trastorno va más allá del escaso o nulo control de la eyaculación, ya que provoca en quienes lo sufren una baja autoestima y problemas de pareja.
Índice de contenidos
¿Por qué aparece la eyaculación precoz?
Según los expertos, las principales causas son de carácter psicológico, entre las que destacan las siguientes:
– Inadecuada educación sexual.
– Problemas psicológicos asociados a la ansiedad, estrés y depresión.
– Preocupación obsesiva sobre el rendimiento erótico adecuado.
– Problemas en la pareja y sentimiento de anticipación en cuanto al mismo problema.
– Miedo al no saber o a dar la impresión de inexperto en el campo sexual.
– Vivencia temprana de inseguridad en el papel sexual.
– Tener obsesión con satisfacer a la pareja en todo momento.
– Auto-observación en el encuentro sexual que no permita el abandono a las sensaciones eróticas.
– Culpabilidad con respecto a la masturbación, a las relaciones sexuales o a sus fantasías sexuales.
– Experiencias sexuales en situaciones de tensión
Aparte, puede deberse a otras causas menos comunes de carácter físico como los problemas de tipo urológico, relacionados con la inflamación de la próstata y enfermedades degenerativas.
¿Cómo acabar con la eyaculación precoz?
La eyaculación precoz se divide en dos categorías: Primaria cuando aparece desde las primeras relaciones sexuales y secundaria, cuando aparece después de haber estado un tiempo controlando la eyaculación. Por otra parte, este problema puede surgir únicamente durante el coito, con la masturbación o con algún juego erótico en concreto.
Entre los tratamientos más efectivos, aparte de los individuales como los ejercicios de Kegel (contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico) y distintas técnicas de masturbación, destaca la terapia sexual.
Esta terapia destaca por su eficacia, ya que no sólo se tratan de mejorar las técnicas sexuales, sino que se basa en estrategias clínicas y terapéuticas, además de modificar la ansiedad de ejecución y la información sexual errónea.
La terapia cognitivo conductual ha demostrado su eficiencia en este tipo de trastornos.